Como sostiene Silvia Adela Kohan “Si todo ha sido hecho, nada nuevo se podría hacer. Sin embargo, el dios macedonio comienza a crear el universo. Igualmente, siempre se está a tiempo de escribir lo que no se ha escrito y hacerlo desde distintos frentes” (2006: 76). Es por eso, que yo, igual que ella, siguiendo ese punto de vista, me decanto en primer lugar por comenzar a escribir, lo que sea, lo que me apetezca en ese momento, y en segundo, tratar de hacer algo diferente a lo que ya haya tratado de hacer anteriormente.
Como
muchos intelectuales aseguran, “Todo está inventado en la literatura y no hay
nada más que inventar”, pero en este caso, olvidamos un detalle de lo más
importante, y es que desde mi punto de vista, aquella persona que disfruta de
su propia literatura nada más poner los dedos sobre el teclado, probablemente
pocas veces tenga en cuenta dicha afirmación. Ya hay demasiadas cosas nuevas
inútiles inventadas a lo largo de la historia sin éxito alguno, como la
Coca-Cola de cereza. Me decanto por lo más provechoso, intentar aprender de mí
misma.
Yo
siempre he sido la típica niña de escribir diarios, y a día de hoy aún los
guardo en casa. Con mis secretos de amor y mis peleas traumáticas con mis
mejores amigas. Cómo he sido hija única y no había Facebook ni Twitter ni nada
por el estilo en aquella época, siempre me he entretenido creando historias, y
aún hoy, cuando las vuelvo a leer, me sorprendo de las cosas que ya escribía
con poca edad.
Como no quiero robaros más tiempo con mis "memorias rescatadas" tan solo os invito a entrar aquí y disfrutar de lo que os puedo ofrecer.
¡Espero que paséis un buen rato!
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